ALASKA

ODA

ELLA

LAVELLE

Alaska es una incógnita blanca y fría a la que ahora nos dirigimos. Un viaje que comienza con la postal nevada de la imagen allí a lo lejos. Poco a poco nos acercamos, ya distinguimos la silueta curva del sofá Lavelle. Nos aproximamos más, enseguida reconocemos las tres plazas del sofá Ingrid, que nunca nos defrauda. Ambos quedan empastados con el fondo iluminado y de formas geométricas que comienza a aparecer ante nuestros ojos, ya avistamos el final. Continuamos el camino, y empezamos a ser testigos de los sutiles toques de color ocre. Llegamos, alcanzamos nuestro destino y las butacas Ella nos dan la bienvenida. No podemos evitar correr y sentir su tacto de lana agallonada, la suavidad del rizo de lana de Lavelle, la calidad del lino de algodón de Ingrid. Alaska no se puede contar, Alaska hay que vivirla.